El entierro de la sardina es una manera simbólica de despedir el carnaval. Históricamente ha simbolizado el fin del desenfreno y del vicio que se asociaban a esta fiesta. Al enterrar la sardina lo que se pretendía era enterrar los vicios y los pecados cometidos durante las celebraciones y así empezar de cero coincidiendo con el inicio de la cuaresma. Hoy en día se mantiene la costumbre de despedir el carnaval enterrando la sardina, aunque ya ha perdido el significado redentor del que gozó en el pasado.
La mayoría de obstáculos que encontramos en nuestro camino a la felicidad son imaginarios. Los creamos nosotros; es decir, son nuestros miedos. Y ¿sabes por qué las personas nos creamos nuestros propios obstáculos? Porque nos da miedo llegar a los lugares que hemos soñado. Cumplir un sueño siempre da miedo, porque estamos acostumbrados a lidiar con las dificultades, pero no a recibir regalos de la vida. Por eso a menudo nos boicoteamos poniendo muros entre nosotros y lo que queremos conseguir.
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